La intuición de los silencios
Noelia Buttice presenta una nueva producción, esta vez inspirada en los versos del poeta Carlos Battilana. En la complicidad de ese diálogo, aparecen las palabras -escritas o incluso con la evidente necesidad de ser dichas-. La artista, quizás amparada en su pasado reciente, apela a ese recurso para pronunciarse frente a la vital emoción que le genera la poesía. Ahora elige el papel como soporte y no sólo lo pinta sino que también lo rasga para invocar a otras voces y que la propia materialidad contribuya en la construcción del paisaje pictórico que propone con ciertos y evidentes riesgos.
Entre una obra y otra, se percibe la cadencia del tiempo que se detiene como quien escucha un secreto propio detrás de una puerta entreabierta y sólo puede atinar a ese incómodo silencio que nos inmoviliza cuando se devela la más íntima confidencia. La serie de trabajos seleccionados recurre a la sutil transparencia de la acuarela y también se permite experimentar con pigmentos naturales; en esa búsqueda azarosa intenta acercarse a una expresión personal para componer el mundo fantástico que explora.
¿Se puede prescindir de la palabra? Quizás… pero prefiero imaginar que no porque de hecho siento que todo empieza a ser cuando se lo pronuncia. Entonces, ese ritmo de asombro y conmoción se hace ritual y se convierte en una vacilante sensación de haber pasado con anterioridad por una situación que en realidad se está produciendo por primera vez. Sin el poeta igual habría que descubrir lo oculto para encontrar el camino; pero el déjà vu que aquí se nos propone simplemente responde a la intuición de los silencios que permite crear un universo sensorial tan personal como colectivo.
La melancolía de una ausencia inesperada, la levedad de una noche inquietante o el sosiego de un bosque cercano son potentes imágenes recreadas a partir de un sentimiento de introspección que desde una comprometida contemplación de la palabra pretende evidenciar lo que queda de una piel rasgada por su circunstancia. Es cierto, parece haber una contradicción en valorar la prudencia de la mudez y exaltar la palabra al mismo tiempo… pero en esa tensión trabaja Noelia Buttice y hoy comparte el imaginario construido en una atmósfera tan literaria como visual.
Gustavo Insaurralde
Octubre/2022